Buenas Pandas!
Y, qué tal va la búsqueda del Pompom perdido? Ayer Ella y yo encontramos dos, uno en la disco y otro en la biblioteca: Ella está contentísima, la búsqueda está yendo mejor de lo que esperaba! Y qué tal os va a vosotros? Seguro que tambén bien.
Pues yo me emocioné tanto con mi éxito que hoy quería empezar de nuevo bien prontito mi búsqueda, así que madrugué un poco y fui a buscar a Max.
Un poco? A las 6 de la mañana ya estabas tocando a mi puerta como una loca! TOC-TOC -OC! Yo estaba soñando con un pájaro carpintero que picaba en la madera que hacía “toc-toc-toc” en el tronco de un árbol para construir su casa, y pensaba que el ruido era del pájaro… Pero el toc-toc de mi sueño empezó a ser demasiado alto, y cuando el pájaro carpintero empezó a hablar con la voz de Ella me pareció algo sospechoso, y al final me desperté.
Si, eso, al final – de mi paciencia! Media hora para despertarte!
Bueno, pero al final lo conseguiste: el que la sigue la consigue!
Después nos hicimos a la búsqueda del Pompom. Al principio Max estaba todavía medio dormido, e íbamos a paso de tortuga, pero luego empezamos a darnos más prisa. Mi intuición femenina me decía que por alguna razón teníamos que ir al castillo, así hacia allí nos dirigimos. Estábamos justo frente al puente levadizo, cuando de repente me día cuenta de que había algo extraño en el ambiente…
Yo quería entrar enseguida, pero Ella se quedó quieta como una piedra. La cogí de la mano e intenté avanzar, pero estaba como en trance, y decía: “Esto no me gusta ni un pelo, algo no va bien”.
Y en efecto, algo pasó! ¡Una raíz de árbol salió desde debajo de la tierra disparada y se enrolló en mi pie! “Max, socorro, ayuda!”
Rápido como un rayo agarré a Ella de su otra mano, y así evité que la raiz del árbol se la llevase. Quería cortar la malvada raiz con algo, pero no podía soltar las manos de Ella, así que no me quedó más remedio que pedir ayuda: “¡Ayuda, Panda en peligro!”, grité, a todo pulmón, pero no había ningún Panda por allí … una situación bastante desesperada!
Si, de verdad, Pandas… Buenos, os contamos más mañana, que tenemos que encontrar los Pompoms de hoy, que aún no tenemos ninguno!
Y ojito al parche, Pandas!
Y, qué tal va la búsqueda del Pompom perdido? Ayer Ella y yo encontramos dos, uno en la disco y otro en la biblioteca: Ella está contentísima, la búsqueda está yendo mejor de lo que esperaba! Y qué tal os va a vosotros? Seguro que tambén bien.
Pues yo me emocioné tanto con mi éxito que hoy quería empezar de nuevo bien prontito mi búsqueda, así que madrugué un poco y fui a buscar a Max.
Un poco? A las 6 de la mañana ya estabas tocando a mi puerta como una loca! TOC-TOC -OC! Yo estaba soñando con un pájaro carpintero que picaba en la madera que hacía “toc-toc-toc” en el tronco de un árbol para construir su casa, y pensaba que el ruido era del pájaro… Pero el toc-toc de mi sueño empezó a ser demasiado alto, y cuando el pájaro carpintero empezó a hablar con la voz de Ella me pareció algo sospechoso, y al final me desperté.
Si, eso, al final – de mi paciencia! Media hora para despertarte!
Bueno, pero al final lo conseguiste: el que la sigue la consigue!
Después nos hicimos a la búsqueda del Pompom. Al principio Max estaba todavía medio dormido, e íbamos a paso de tortuga, pero luego empezamos a darnos más prisa. Mi intuición femenina me decía que por alguna razón teníamos que ir al castillo, así hacia allí nos dirigimos. Estábamos justo frente al puente levadizo, cuando de repente me día cuenta de que había algo extraño en el ambiente…
Yo quería entrar enseguida, pero Ella se quedó quieta como una piedra. La cogí de la mano e intenté avanzar, pero estaba como en trance, y decía: “Esto no me gusta ni un pelo, algo no va bien”.
Y en efecto, algo pasó! ¡Una raíz de árbol salió desde debajo de la tierra disparada y se enrolló en mi pie! “Max, socorro, ayuda!”
Rápido como un rayo agarré a Ella de su otra mano, y así evité que la raiz del árbol se la llevase. Quería cortar la malvada raiz con algo, pero no podía soltar las manos de Ella, así que no me quedó más remedio que pedir ayuda: “¡Ayuda, Panda en peligro!”, grité, a todo pulmón, pero no había ningún Panda por allí … una situación bastante desesperada!
Si, de verdad, Pandas… Buenos, os contamos más mañana, que tenemos que encontrar los Pompoms de hoy, que aún no tenemos ninguno!
Y ojito al parche, Pandas!
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